A medida que avanza, el alzhéimer requiere ciertas adaptaciones en casa para hacer más segura y cómoda la estancia de la persona afectada.
Cuando bajo el mismo techo convivimos con una persona con alzhéimer, necesitamos crear un entorno seguro, estable y cómodo, no solo a nivel emocional, sino también a nivel práctico. Para ello, a medida que avanza la enfermedad, puede ser necesario realizar algunas adaptaciones en nuestro hogar. Toma nota.
En el dormitorio…
– Procura que la cama sea cómoda y que resulte fácil acostarse y levantarse de ella. Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta las visitas al baño durante la noche, cuando aumenta el riesgo de que la persona se caiga o no llegue a tiempo a hacer sus necesidades. Algunas cosas que pueden ayudarte es utilizar un somier alto y no pegar la cama a las paredes. En cuanto al colchón, puede ser útil emplear uno antiescaras, ya que así evitarás que la persona sufra úlceras.
– Evita cualquier obstáculo que pueda dificultar el movimiento en la habitación. Por ejemplo, las alfombras que suelen colocarse a los lados de la cama. En cuanto a la mesita de noche, es importante que sea estable, con una superficie suficientemente grande como para dejar sobre ella las gafas, la dentadura, etc., y que no obstaculice el acceso a la cama. Si vas a colocar un vaso, que no sea de cristal, mucho mejor de un material irrompible. Tampoco dejes objetos de cristal o que puedan lastimarlo.
En el baño…
– Si tienes recursos y posibilidades de hacerlo, cambia la bañera por un plato de ducha y coloca asas que faciliten el acceso y a las que la persona se pueda agarrar durante el baño. En cuanto al suelo, es importante que sea antideslizante (si colocas alfombras en el interior, deben adherirse bien al suelo de la ducha).
– La puerta del baño no debe tener llave ni pestillo de seguridad, ya que esto solo aumenta el riesgo de que la persona no pueda abrir la puerta o se caiga y no pueda ser auxiliado. Puestos a pedir, también es preferible que la puerta se abra hacia fuera.
– Coloca un asa cerca del váter, para que la persona pueda ayudarse tanto para sentarse como para levantarse.
– Elimina muebles y objetos que obstaculicen el paso al baño(especialmente importante para las visitas nocturnas). En este sentido, también es importante que el pasillo tenga algún punto de luz o que el camino esté indicado con señales fluorescentes. Si la persona tiene dificultad para orientarse dentro de la casa, puedes colocar un cartel con una foto o dibujo en la puerta del baño.
En la cocina…
– Si la cocina es de gas, instala una llave general fuera del alcance de la persona con alzhéimer y asegúrate de que permanece cerrada mientras no se está usando. Utiliza además encendedores de chispa (sin gas) que son más seguros que los mecheros o cerillas convencionales. Por su parte, las cocinas de inducción constituyen la opción más segura de todas.
– En fases más avanzadas de la enfermedad, puedes valorar sustituir los utensilios de cristal por otros de material irrompible.
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