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El primer consejo ante un diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer es que sea positivo (hay formas de evolucionar muy lentas y progresivas), pero teniendo en cuenta, que para ser cuidador principal necesita AYUDA y FORMACIÓN. La actitud positiva influye de una forma decisiva en la relación cuidador-cuidado y previene la depresión que aparece en casi el 80% de los cuidadores.

La ayuda deberá venir por tres cauces diferentes:

  • Los profesionales (médicos, neurólogos, enfermeros) y trabajadores sociales deberían aconsejarnos y orientarnos en todas las fases del proceso.
  • Ayudas oficiales plasmadas en la nueva Ley de dependencia que aportará centros de día concertados, ayudas domiciliarias y sólo en casos muy avanzados residencias subvencionadas.
  • El resto de familiares debería ser el verdadero apoyo para ayudar al cuidador principal en su tarea del día a día; contar con ellos en vez de intentar llevar sólo su cuidado evitará que el ENFERMO acabe en una residencia (perdiendo el contacto que le quedaba con su realidad) y el CUIDADOR con sentimiento de culpabilidad y fracaso.

El cuidador debe formarse para realizar una difícil tarea que exige mucho y aporta pocos resultados.

Saber que lo estamos haciendo bien, dentro de nuestras posibilidades, es fundamental para reducir el estrés del cuidador.

Este manual nace de la experiencia y profesionalidad del personal de “Mente” tras más de 15 años  cuidando a Enfermos de Alzheimer y aconsejando a sus familiares para que puedan sobrellevar lo mejor posible esta enfermedad que además de acabar con el enfermo también puede acabar con su familia.

La Enfermedad de Alzheimer NO es una enfermedad nueva, ha existido siempre. Hace muchos años se referían a ella achacándola a la edad, llamándola “Demencia Senil”. En los años 70 se achacaba casi exclusivamente a la mala circulación cerebral: “Arteriosclerosis” y desde los años 80 se sabe que la principal causa del Deterioro progresivo de las funciones intelectuales (DEMENCIA), es la progresiva degeneración de neuronas que coge el nombre de su descubridor: Alois Alzheimer.

Debido al espectacular aumento de las perspectivas de vida de las últimas décadas, se ha hecho más patente esta enfermedad, ya que su principal factor de riesgo es la edad: si llegamos a los 80 años, en más de un tercio de los casos la sufriremos.

Cada día sabemos más sobre los mecanismos por los cuales se produce esta degeneración neuronal lo que supone la posibilidad de fármacos cada vez más efectivos para “pararla” o identificarla. Incluso en las próximas décadas confiamos en que se averigüe porqué se produce y así poder prevenirla o evitarla.

Pero mientras debemos aprovechar los importantes avances prácticos que ya tenemos a nuestro alcance. Me refiero a los FÁRMACOS y a la ESTIMULACIÓN COGNITIVA.

Actualmente está sobradamente comprobado que la combinación de ambos tratamientos, junto a una serie de consejos prácticos conseguirán retrasar muchos años la incapacidad que provoca esta enfermedad y la consecuente sobrecarga familiar.

La mayoría de estos tratamientos y consejos son validos para las otras demencias NO Alzheimer, como son la Demencia Vascular, la Demencia por Cuerpos de Lewy o la Demencia-Parkinson, con la salvedad de la llamada Demencia Fronto-Temporal cuyas características hace que no respondan a los fármacos actuales y que sus alteraciones de conducta más intensas requieran cuidados más profesionales.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer es “clínico”, lo que significa que precisa la consulta con un Neurólogo que entrevistando al enfermo y a sus familiares, explorando y descartando otras enfermedades: mediante analítica y estudio morfológico del cerebro (TAC o RM) decidirá si la pérdida de memoria es propia de la edad o estamos ante una Demencia incipiente, en cuyo caso completará el estudio con una amplia valoración neuropsicológica (test para averiguar qué áreas intelectuales están afectadas) y un seguimiento que de confirmar empeoramiento a los 3-6 meses corrobora el Diagnóstico de Enfermedad de Alzheimer.

La rehabilitación cognitiva forma parte de lo que llamamos el tratamiento no farmacológico. Son muchos los estudios e investigaciones que muestran que el tratamiento por excelencia, el que obtiene mejores resultados, es la combinación del tratamiento farmacológico junto con el no farmacológico.

El objetivo de la rehabilitación cognitiva es estimular las funciones superiores que van siendo afectadas o alteradas por el deterioro cognitivo, con la finalidad de ralentizar dicho deterioro y mejorar o mantener su autonomía personal.

Las funciones cognitivas son aquellos procesos mentales que nos permiten atender, percibir, memorizar, aprender, razonar, comunicarnos, pensar, actuar, etc. Estas funciones nos permiten obtener y trabajar la información interna y externa con la cual podemos interactuar de manera correcta con el entorno que nos rodea.

La rehabilitación cognitiva consiste en un programa de actividades cuya forma de administración puede ser oral, escrita o mediante un programa informatizado, con la finalidad de trabajar cada una de las áreas cognitivas. Se puede llevar a cabo de forma individual o grupal, en este último caso es muy importante que el grupo sea lo más homogéneo posible, para poder adaptar la dificultad de las tareas al nivel o fase de deterioro del grupo con el que vamos a trabajar.

Además, cuando organizamos el programa de estimulación en grupo, deberemos tener en cuenta otros aspectos como el nivel cultural del paciente, y si existen problemas asociados como los auditivos o visuales, y reajustar la actividad.

Objetivos generales de la Rehabilitación Cognitiva:

– retrasar el deterioro cognitivo.

– estimular y mantener las capacidades mentales.

– mejorar la orientación personal, espacial y temporal.

-disminuir el estrés que produce en la persona esta enfermedad.

– estimular la autoestima.

– favorecer la integración en el medio social.

– atención en cada estadio evolutivo de la enfermedad: en fases iniciales se potenciarán herramientas para compensar su memoria, por ejemplo apuntarse las cosas pero en fases avanzadas se potenciarán actividades lúdicas y rutinarias en vistas a prevenir las alteraciones de conducta antes comentadas.

– mantener la independencia en las actividades de la vida diaria el mayor tiempo posible.

Áreas que se trabajan en la Rehabilitación Cognitiva:

ORIENTACIÓN

Orientación personal: se realizarán diferentes actividades para que el paciente sepa quién es, cuántos años tiene, su fecha de nacimiento, nombre de sus familiares, dirección en la que vive,…

Orientación espacial: reconocer el entorno en que se encuentra en cada momento.

Orientación temporal: es importante que a diario identifique el día, mes y año.

ATENCIÓN

Es un proceso de focalización hacia los estímulos que nos rodean, es decir, si la persona es capaz de estar atento y seguir una conversación manteniendo el hilo de la misma sin dejar de prestar atención. Es importante para retener información y trabajar con ella.

Ejemplos: proporcionar una serie de números y comprobar si es capaz de repetir la misma serie en el orden correcto; de esta misma manera que los repita al revés. También podemos hacerle trabajar con una serie de símbolos y que identifique aquellos que son iguales a la muestra.

LENGUAJE

Deberemos trabajar la denominación, la comprensión, repetición, escritura y lectura.

Ejemplos: pedirle que construya una oración a partir de tres palabras; leer un texto que luego tendrá que resumir; completar palabras,…

MEMORIA

Es la capacidad de almacenar, procesar y recuperar la información.

Ejemplos: recordar un acontecimiento de su vida y que lo narre con el mayor número de detalles posible; leerle un texto e intentar que lo memorice para después responderá una serie de preguntas sobre el mismo; recordar la lista de la compra; recordar diferentes personajes famosos y explicar detalles de su trayectoria profesional. Enseñarles cómo funciona nuestra memoria y las herramientas para potenciarla y compensarla.

FUNCIONES EJECUTIVAS

Tratamos la elaboración de planes, formular estrategias para llegar a las metas, crear hipótesis, iniciar actividades y buscar soluciones, etc.

Ejemplos: elaborar una secuencia de pasos para realizar una actividad (ir al teatro, cambiar la rueda de un coche, como hacer un pastel,…); de una serie de palabras, decir cuál de ellas no tiene relación con las anteriores (p.ej.: azul-rojo-margarita-amarillo).

PRAXIAS

Trabajaremos la secuenciación y ejecución de gestos con un objetivo o intención. Además la capacidad para usar de objetos y organizar acciones.

Ejemplos: podemos realizar la mímica de diferentes acciones como afeitarse, peinarse, coser,…; pedirles que dibujen o copien diferentes objetos o figuras geométricas.

CÁLCULO

Trabajaremos las operaciones aritméticas, solución mental y escrita de problemas.

Ejemplos: sumas, restas, multiplicaciones y divisiones; en un listado de cifras hacer un círculo a las que sean pares; calcular el importe de la compra de la semana.

GNOSIAS

Nos permiten percibir y reconocer las formas y las características físicas (visuales, auditivas, olfativas,…) de las personas y objetos.

Ejemplos: decir cinco objetos azules, verdes y negros; darle una lámina con un dibujo y que identifique las diferentes cosas que hay y su color; entre una serie de imágenes de personas con diferentes expresiones debe identificar quién está sonriendo, triste, cansado,…; señalar en un mapa las diferentes comunidades autónomas.